No importaba nada solo las flores
Que crecían en nuestros ojos,
Las nubes que salían de nuestra boca,
Formas, tan armónicas
Que se impregnaban en nuestra alma,
Para volvernos parte uno del otro;
¿Te acordas de ese encantador instante?
En el que no importaban
Ni las hogueras, ni los rituales, ni sus deseos, ni la edad, ni la distancia,
Ni el color de la piel, ni nuestras vidas,
Ni San Juan, ni nada,
Solo la llama que crecía en el interior,
Y quemaba al mundo entero y sus dogmas;
Emanaba eso ilógico que es tan de nosotros,
Derramándose dentro de nuestras efigies,
Poderoso y tan libre,
Corriendo a través de nuestras venas,
Arrasando las tristezas y soledad;
Disipando el pasado,
Impregnándose en los huesos, en el alma;
Nuestra magia, nuestro deseo;
¿Vos te acordas?
Porque es un majestuoso e imborrable tatuaje
Que abraza mi ser...
TSP
Vos sos todo y yo nada